Usos de la madera de chopo

La madera de chopo se destina a diferentes usos en función de su calidad y de las dimensiones de los troncos. Las trozas de mejor calidad y de mayores diámetros se utilizan en la industria del desenrrollo. La madera de menores dimensiones y las trozas rajadas son destinadas a otros usos, principalmente al aserrado para la fabricación de palés y a madera de trituración para la fabricación de tableros aglomerados o astillas para su consumo como biomasa leñosa. 

El desenrollo para la obtención de chapas y tableros contrachapados es el uso principal de la madera de chopo y el de mayor valor añadido. Es también el que requiere la madera de mayor calidad, con fustes rectos y bien podados al menos hasta 6 metros de altura. Se emplean trozas de hasta unos 20 cm en punta delgada obtenidas de árboles que tienen un diámetro normal generalmente superior a 35 cm. Se deben utilizar preferentemente árboles con un turno adecuado (12-18 años), ya que los árboles de más edad tienen una calidad inferior por ser más propensos a la formación de corazón negro. Las trozas rajadas en el apeo quedan inutilizadas para el desenrollo y son empleadas para otros usos de menor valor.

En el torno de desenrollo, la troza es sostenida en sus extremos por dos puntos motrices con garras que la hacen  girar a gran velocidad a la vez que una cuchilla va cortando la capa más superficial para formar la chapa. Se denomina curro al cilindro restante tras el desenrollo.

El tablero contrachapado está formado por un conjunto de chapas unidas por sus caras, colocándolas de manera que la dirección de las fibras de cada chapa sea perpendicular a la dirección de las fibras de las chapas adyacentes. Se destinan a las caras del tablero las chapas de mejor calidad, es decir, las que no presentan nudos o coloración ni otros defectos; las chapas de peor calidad se colocan en las almas o interiores del tablero.

El tablero contrachapado de chopo se ha empleado tradicionalmente en la fabricación de envases para frutas y verduras, debido a sus buenas cualidades asépticas. En la actualidad, su empleo se ha ampliado enormemente por sus excelentes características mecánicas y su baja densidad, desde la fabricación de muebles baratos y de una gran variedad de objetos o la construcción hasta aplicaciones tan especializadas como las caravanas o los yates.

Para el aserrado se puede emplear el tronquillo (trozas de hasta 14 cm de diámetro en punta delgada) y también parte de las trozas rajadas. Con esta madera se fabrican principalmente cuadrillas y tablas para palés.

La madera de menores dimensiones se destina al astillado para la obtención de biomasa, o bien a trituración para la obtención de tableros aglomerados principalmente o de otros tipos de tableros. La madera triturada también se emplea en la fabricación de “pellets”, utilizados  igualmente como biomasa leñosa para la producción de energía.