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Beneficios ambientales de la populicultura

 


La populicultura no es únicamente un aprovechamiento forestal de gran importancia económica en Castilla y León, sino que las choperas también cumplen con numerosas funciones ambientales, desde la fijación del carbono atmosférico hasta la disminución de los procesos erosivos en áreas inundables, además de ser de gran importancia como filtros verdes situados entre las zonas agrícolas y los cursos de agua. Desde el punto de vista de la biodiversidad, se trata de ecosistemas intermedios entre la fauna y la flora de los espacios agrícolas y las praderas y bosques de riberas, actuando como zonas de transición.

Fijación del CO2
Los bosques y las plantaciones forestales juegan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático. Las plantaciones forestales como las choperas fijan CO2 durante su ciclo de cultivo, ya que aproximadamente el 50% del peso seco de la biomasa de chopo es Carbono. Parte de este carbono es retornado a la atmósfera durante la corta; sin embargo, otra parte queda retenida en forma de diferentes productos (tableros contrachapados, tableros aglomerados, palés, etc.) durante un elevado número de años. Los residuos obtenidos en el proceso industrial (cortezas, sobrantes  y descartes no destinados a astillado para aglomerado) y las ramas y raberones son empleados para la obtención de bioenergía. Esta biomasa es empleada en lugar de combustibles fósiles, siendo su balance de CO2 nulo. Además, los productos derivados de la madera obtenidos evitan a su vez el consumo de otros bienes mucho menos sostenibles.

Se estima que las choperas de plantación en España secuestran 8,98 millones de toneladas de CO2, con un incremento anual de unos 1,6 millones de  toneladas. Para hacernos una idea, un coche con motor diesel emite unos 165 gramos de CO2 por cada 1.000 kilómetros. Una chopera de buena productividad fija en torno a 30 toneladas de CO2 al año de media en su ciclo completo de cultivo.

Filtros verdes y fitorremediación
Las choperas cumplen con una importante función medioambiental al actuar como filtros del exceso de fertilizantes de los cultivos situados junto a ellos, disminuyendo la lixiviación de los mismos a la capa freática y a las masas o corrientes de agua adyacentes. Además, también han sido empleados en sistemas de depuración de aguas. La eficiencia del chopo como filtro verde ha sido contrastada mediante experimentos, en los cuales se han obtenido porcentajes de reducción del 70-90% en la materia orgánica, del 30-85% en nitrógeno y del 55-85% en fósforo.

Por otra parte, los árboles del género Populus son muy adecuados para ser empleados en técnicas de fitorremediación de terrenos contaminados, por sus elevadas tasas de producción de biomasa y de evapotranspiración y por su profundo sistema radical.

Reducción de la  erosión
La mayoría de las choperas se sitúan en áreas inundables donde cumplen una importante función de estabilización del terreno, con reducción de la erosión y disminución de la velocidad y fuerza de las crecidas. Además, favorecen la sedimentación de los limos y arenas transportados por la corriente. Las choperas son prácticamente el único uso productivo factible en áreas sometidas a frecuentes inundaciones.

 

Biodiversidad
Las choperas constituyen hábitats intermedios entre los bosques de ribera y las zonas de cultivo. Durante las primeras etapas de la plantación, dada la escasa cobertura del arbolado, forman un hábitat similar a las praderas y los pastizales. Estas plantaciones acogen a especies de espacios abiertos. La riqueza en especies herbáceas es mayor en las plantaciones jóvenes, pero es altamente dependiente de la localización, el terreno y los tratamientos culturales realizados.

A medida que va creciendo el arbolado, las especies propias de espacios abiertos van cediendo su sitio a especies más forestales. Estas masas suponen importantes lugares de nidificación para algunas rapaces como el milano negro (Milvus migrans) o el águila calzada (Hieraaetus pennatus). Las choperas también favorecen a otras especies interesantes como la oropéndola (Oriolus oriolus ). Otras muchas especies de aves nidifican habitualmente en estos espacios o las emplean como dormidero o refugio, destacando entre otras la graja (Corvus fragileus), especie que cuenta con sus únicas colonias de cría en la Península en la provincia de León y muchas de ellas se sitúan sobre chopos. En las choperas rodeadas por setos vivos, linderos, bosquetes y vegetación de ribera se aumenta significativamente el número de especies de aves.
Para respetar a las especies protegidas y a las de conservación prioritaria, se establecen períodos no hábiles para realizar las cortas durante los tiempos de mayor sensibilidad, como la época de reproducción.

Reducción del riesgo y de la propagación de incendios forestales
En las choperas bien gestionadas existe una discontinuidad vertical de combustible por los gradeos y podas que dificulta el desarrollo de fuegos de copas, los más dañinos para el arbolado y peligrosos para la población. En zonas de alto riesgo de incendios y en las próximas a núcleos de población, resulta fundamental llevar a cabo una adecuada labor de gradeos para minimizar el riesgo de incendios.

 

 

 

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